Ayer estuve una reunión de la Plataforma por la transparencia en la gestión municipal de El Ejido. Lo primero que vi fue muchas personas preocupadas por una situación injusta, insostenible, por algo que querían cambiar. Lo segundo que vi fue Miedo. Mucho miedo. Miedo por sus trabajos, por sus casas, por sus tierras, por sus familias. En El Ejido no tengo trabajo, no tengo casa, no tengo tierras, no tengo familia. Sólo tengo un puñado de conocidos con sus propias vidas. Y la esperanza de encontrar un buen lugar donde arraigar, vivir y escribir. Por eso no sentí miedo, no tengo qué perder.
Pero sentí rabia, frustración, impotencia. No se trata de un asunto de izquierdas o derechas, de progresismo o conservadurismo, de ecología o industrialismo, de libre mercado o intervencionismo. Se trata de no vivir arrodillado bajo el peso de la injusticia y el miedo a rebelarse.
No sé cómo explicar lo bien que me sentí en esa reunión. En cualquier caso os diré que me volvió a reconciliar con mi pueblo y mi gente. En todos los sitios hay personas honrradas, que quieren conformar una sociedad honrrada. Si son la mayoría ¿Por qué no lo van a lograr?
ResponderEliminarEnhorabuena a todos los y todas las asistentes. Miguel Vera dejó claro que era un momento histórico y estoy de acuerdo. Propaguemos la noticia por todos los rincones del municipio: ¡El Ejido despierta!
ResponderEliminarEfectivamente, fue un momento historico, pues hacia años que no se producia un acontecimiento de esta indole. Y quiero agradecer a los primeros que se animaron a dar el paso, que es lo más dificil, nosotros "solo" nos subimos al carro, espero que se sigan subiendo vecinos y lo cambiemos por unos cuantos autobuses.
ResponderEliminar¡A la calle! que ya es hora
ResponderEliminarde pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos,
anunciamos algo nuevo.
De Gabriel Celaya, que nos viene que ni pintado.
El miedo solo se vence si te enfrentas a aquello que te lo produce, y si el miedo es colectivo y todos le hacen frente, quien lo produce pasara a ser el asustado.
ResponderEliminarel pueblo tiene la oportunidad de hacerle frente al miedo el domingo en la plaza mayor, unidos descubrireis que aquello que temeis no son nada, solo son una banda de cobardes corruptos refujiados en una casa que ni tan siquiera es de ellos, es del pueblo, pues echemoslos YA.